miércoles, 28 de enero de 2009


I hoy me he despertado del bello sueño entre la almohada.
El sol ha robado el espacio de mi tiempo traspasando mi ventana, entrando sin permiso entre mis sábanas i despertándome suavemente desde mi rostro.
Me he girado hacia mi derecha, pero la almohada blanca de mi lado, me ha recordado nuevamente que tu no volverás a estar más a mi lado.
Me incorporo para sentar-me….. y mi espalda siente la ausencia de sorpresas caricias en mi cuerpo.
Me levanto y voy andando a mi ventana.
El Sol brilla más que nunca.
El árbol va moviéndose de lado a lado, reviviendo el vals de esa hada con su nomo en las bellas colinas de nuestras imaginaciones, bajo el sonido del piano interpretado por las mariposas que se fregaban por mi cuerpo cada vez que tu te acercabas a besarme suavemente mis labios inquietos por tu mirada.
En este preciso momento, una ave se cruza en mi mirada. Volando hacía un nuevo lugar, hacia una nueva vida. Alzando el mismo vuelo que tu huida.
Entonces me siento, y vuelvo a cerrar los ojos.Siento que van pasando los minutos a mi alrededor, quisiera reaccionar i movilizarme… pero mi cuerpo se ha quedado estancado en unos suspiros mudos, sin las palabras para anelar mi profundo aliento ya vacío. Y solo con una imagen en mi mente donde apareces tu.
Mi vida estaba acomodada a tu presencia.
Todo mi alrededor se va rompiendo como un dominó segundo por segundo, y yo estancada en mi pobreza interior, me siento impotente al no poder levantarme i salvar el tiempo, parar el tiempo, reparar el tiempo.
Otro día con la respuesta en mi mano.
Otro día buscando la rectitud de mi persona sin tu alma dando vueltas en mi interior.
Pero de nuevo, voy sintiendo de nuevo esa melodía que daba ánimos a mis oídos, dejando introducir sus ondas en mis párpados, que poco se van abriendo de nuevo..
Siento que mi cuerpo se va levantado lleno de energía rehabilitada por el propio sol de mi ventana.
Hoy es el día que te adorne con el requiem que te mereces.
Mi cuerpo necesita de mi, y yo debo responsabilizarme de él.
La melodía del viejo piano nunca ha parado de sonar en mi corazón.
Debo escucharla i seguir dando amor a mis substancias de mi ser, para que crezcan hermosas como tiempo atrás, cuando tu aún no habías marcado la lanza dentro de ellas.
Hoy será un nuevo día. Lleno colores, olores i visiones.
Hoy volveré a bailar el vals con la hada i el nomo.
Hoy volveré a sonreír.
Hoy dormiré junto a mi árbol de la montaña arropada por las aves del cielo.
Hoy te enterraré ante mis entrañas.

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